«Un adiós para John Lennon»: otro golpe a los premios nacionales

Mario Salas, Un adiós para John Lennon, Colección de Poesía, Editorial Arlekín, San José, 2015, 58 pp.

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Los premios nacionales de literatura suelen resultar polémicos, y parece que ni la nueva ley podrá salvarlos del estigma que cargan. El 2015 no fue la excepción, pues el premio de poesía recayó en Un adiós para John Lennon, ópera prima de Mario Salas, autor cuyas lides han estado en el terreno filosófico. En el medio literario resultó una sorpresa, sin duda, y quizá solo los escritores coetáneos y compañeros filósofos celebraron el premio.

Un adiós para John Lennon es un conjunto de 40 poemas anacrónicos, cursis y repletos de lugares comunes. Cuando uno se pregunta por las razones que pudo haber tenido el jurado para otorgarle el premio solo puede suponer que se debe precisamente a esos lugares comunes, que cierto sector académico suele identificar (o confundir) con “poesía”. Otro ejemplo reciente sería el poemario Agua, de Silvia Castro, premiado en el 2010.

Los poemas de este libro se mueven entre el tema amoroso, la contemplación bucólica y la añeja consigna política “setentosa”. La alusión misma que nos da el título resulta un lugar común pavoroso, especialmente porque cae en la ingenuidad de asumir que las consignas políticas de parte de la producción de Lennon constituyeron efectivamente algún tipo de resistencia al sistema opresor capitalista y militarista. En el poema que da título al libro, leemos: “en los días de las marchas contra ALCOA / […] cuando los mercaderes de la guerra traficaban / su mercancía perversa / Vos / príncipe de los hippies / arcángel rebelde / […] ¿Qué nueva revelación nos preparabas / tras las lunas de cristal de tus anteojos / cuando una bala nos privó de tu voz? / Ahora / que ya las canas vetean mis sienes…” (p. 12-13). Difícilmente se podría uno imaginar un texto tan plagado de giros retóricos planos y referencias tan evidentes.

Y los asuntos amorosos o las contemplaciones costumbristas no corren mejor suerte: “Tu pelo es una selva / misteriosa”, “Y mi brazo como un pez busca tu cintura / mientras flota la Luna en el estanque del cielo (pp. 14-15); “… tu carne suave y amorosa / ni soñaron tu piel tersa…” (p. 38). A veces el acento se vuelve debraviano, en otros momentos simplemente recurre a obvios y gastados juegos intertextuales (“Carta a las gentes del mañana”, p. 24; “Evocación de la patria”, p. 31; “Mujer mía que estás en la tierra», p 39). La introspección es otro asunto que tampoco saben resolver estos poemas amorosos, pues no ofrecen nada nuevo: “Bella compañera es mi guitarra / armada de seis cuerdas” (p. 42). El poema se llama, sí, “Guitarra”, y cierra con la imagen más pedestre –y hay que decirlo, patriarcal– que sobre el instrumento exista: “Entonces vibra entre mis brazos / como una tibia amante”. A veces, parece querer jugar con la economía de recursos propia de la poesía oriental, pero lo que resultan son insufribles simplezas como esta: “Las nubes son islas blancas / en el vasto azul” (p. 48). Y el libro cierra con una metáfora digna del mejor Marchena o del peor Neruda: “Desde lo alto la miran / eternas / las estrellas” (p. 53).

Poema a poema los ejemplos no se agotan. Y uno no puede evitar preguntarse ¿cuáles autores serán los habituales de los miembros del jurado? Es una lástima que la Editorial Arlekín, que realiza una labor editorial digna de elogio, no haya sido reconocida por el otro poemario que publicó en 2015, El desplazamiento circunstancial, de Jeymer Gamboa. Y eso, para citar un libro del mismo sello, sin contar con que Un adiós para John Lennon se impuso a la potencia de Crooner, de Trejos; al riesgo formal de El señor Pound, de Olivas; a la denuncia de Detener la historia, de Solórzano; a la poesía erótica de A cuerpo abierto, de Espinoza; al neomalditismo en La otra memoria, de Bedoya; a la economía de recursos bien empleados en Ser un tercero, de Ramírez o a las trayectorias de Carlos Cortés y Mauricio Molina. Y ni qué decir de El libro de los malos tiempos, de Granados (aunque creo que no se otorga el premio a un autor fallecido). Es decir, si bien en Costa Rica se publica poesía mala en exceso, no menos cierto es que para el 2015 el jurado tuvo al menos 10 opciones bastante aceptables, decentes y de calidad que dejó pasar, para favorecer uno de los libros más débiles de los últimos tiempos.

Un adiós para John Lennon es un lugar común de cabo a rabo (su portada no es la excepción). No sabemos si el pequeño volumen sea la obra poética de toda una vida de Salas o si se trata de poesía reciente. En cualquier caso, si en algún momento pudo haber sido tomada en cuenta, ese tiempo pasó y pasó hace mucho. En la contraportada, con buena intención pero pésimos resultados –y una aliteración–, Jorge Jiménez –otro premio nacional, también filósofo– dice, como si de una ironía se tratara: “La palabra que los surca zurce con una suavidad casi torpe las grietas que la imaginación ha dejado intactas”. Un visionario este Jiménez. Si de algo carece este libro es justamente de imaginación. Solo nos queda la torpeza. Ni la nota biográfica de la solapa se salva: “Amante de la música, de los atardeceres junto al mar y del cielo estrellado”.

En definitiva, si la poesía costarricense requiere una reingeniería total, con este libro deberíamos empezar a pensar más bien por dónde anda nuestra filosofía.

Veredicto: una estrella, malo (sí, aquí vamo´ a usá ete sitemita)
Sentencia: Que Mark David Chapman se coma todos los ejemplares existentes
«Un adiós para John Lennon»: otro golpe a los premios nacionales

36 comentarios en “«Un adiós para John Lennon»: otro golpe a los premios nacionales

  1. Paul Benavides Vilchez dijo:

    Lo mínimo que debe tener una reseña es el nombre de su autor, por respeto a los lectores y por respeto a sí mismo. De lo contrario es un acto de cobardía y de vulgaridad, típico de quien mete la daga y esconde la mano. Propio del pendejismo tico.

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  2. Soren Vargas dijo:

    Paul tiene razón, un «intercambio de altura» jamás se realiza con un anónimo y cobarde. Tampoco el tema da para un debate: no hay lenguaje especializado más allá de vagas generalizaciones. Esta es una opinión más propia para una cantina. Por lo demás es un tema olvidado para prácticamente toda la población costarricense. Saludos, que hoy me hicieron el día.

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  3. Alejandro dijo:

    Que curioso que hay gente que en vez de argumentar su rechazo a la crítica hecha aquí, lo que hacen es hablar paja, de si el blog es anónimo (cosa que no es así, al menos tiene firma) que si se sólo es un tímido metadato, y otros comentarios que SI son propios de una cantina, Pura verborrea casi alcohólica sin pies ni cabeza. Como leí en un comentario anterior: «Digo, para que haya un intercambio a la altura» Por algo vemos esta clase de premios y como decae el medio literario a la Tica.

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  4. Leonardo Cruz dijo:

    ¿La lista de personajes que no ganó el Aquileo será similar a la de los detractores? (pregunta no sarcástica)
    Para hablar de lugares comunes habría que tomar 5 o 10 poemarios de los actuales y compararlos entre sí. El cigarro, la noche urbana, el alcohol, el agrio de la boca, la podredumbre… todo se está volviendo un COLOSAL lugar común que no invita a nada novedoso, sino a una poesía de reciclaje. Tal vez sea un reclamo de la Academia porque, si bien en un momento llamó la atención, no creo que sea necesariamente la poesía que deba proyectar el país.

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  5. La reseña no es sobre los premios, aunque toque el tema, y en todo caso, se trata de una crítica de estos.

    La reseña está hecha. Si gusta discutirla, hágalo; si no, no lo haga, pero tampoco pierdan su tiempo tratando de invalidarla, pues eso solo demuestra cuánto los afecta. Es comprensible que no les guste y les parezca mala. No tengo problema alguno.

    Y si les molestaba el anonimato, ahí está el «tímido» nombrecito. Lamento no tener un perfil más alto o más pedigrí.

    Leonardo, tenés razón en lo que afirmás. Los lugares comunes son de muchos tipos. Este libro es un ejemplo, así como hay tantos otros de otros estilos que se repiten y se repiten.

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    1. Alejandro dijo:

      Jose Pablo, ya sea reseña o crítica literario, no ha todos los va a gustar. A mi gusto está bien argumentada y coincido con vos, al igual que mochos otros. Adelante, porque hay que hablar son pelos en la lengua, las cosas por su nombre y como son.

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  6. Soren Vargas dijo:

    El bloguero —profesión a la baja— o consejo de redactores parece que le pide muchas peras al olmo. La argumentación ‘es clara:

    1— Ataque ad hominem al autor apelando a su profesión (discriminación) y no ser parte de un grupo literario conocido, declaración tácita de que el amiguismo es la única garantía de un premio, lo cual me parece bajo, indecente y ominoso: «…autor cuyas lides han estado en el terreno filosófico. En el medio literario resultó una sorpresa, sin duda, y quizá solo los escritores coetáneos y compañeros filósofos celebraron el premio.»

    2— Discusión sobre el contenido bajo la premisa de una premiación sistemática a la cursilería y los lugares comunes: A lo mejor es cierto para este caso, pero sobre los lugares comunes y las premiaciones Leonardo puso el dedo en la llaga. Las premiaciones anteriores también rebosan de lugares comunes con olor a travesti, taxi, servilleta, primas segundas, cerveza, etc, etc, etc. Difícilmente se podría uno imaginar un estilo tan plagado de giros retóricos planos y referencias tan evidentes.

    3— Publirreportaje de quienes debieron ganar sin ningún análisis sobre su contenido: Vamos, seamos serios. Este gol sólo se lo pueden meter a una persona de muy poca cultura o impresionable. Es un anuncio puro y chato, una reseña sin reseña. Da vergüenza.

    4— Denigración del material editorial: Justamente un último «argumento», cuando las artes editoriales costarricenses merecen una reflexión aparte. Como corolario, he visto a chicos aplaudir a poetas pseudotransgresores leyendo sus textos en papel higiénico o enseñando las servilletas del bar, cosa que hasta una portada básica supera ampliamente.

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  7. Sin nombre de autor dijo:

    Como la canción de Selena: «Pero, ¡Ay! Cómo me duele ¡Ay! Cómo me duele…» Y como les duele, les arde cuando hay personas que hablan las cosas como son. No hay que ser un erudito literato para darse cuenta que habían muchas más obras para premiar y que en especial esta obra cuya roncha es evidente, se quedaba corta.

    !Ay! cómo me duele Soren, Pero, ¡Ay! Cómo me duele, y como arde Paul y compañía, cuando ene l medio se alzan voces que quieren decir las cosas por su nombre, nombre y apellido que por cierto si tiene el reseña. Y cuando no queda argumentación más simplista y excusa solapada, viene más lloriqueo sin argumentación del mismo cínico.

    Pero, ¡Ay! Cómo me duele
    ¡Ay! Cómo me duele

    Firma: Anónimo

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  8. Soren, como es profesión a la baja ¿es inválida? Sobre «las peras del olmo», da usted en el clavo: lea la entrada primera, que versa sobre este punto.

    1. ¿Entonces el autor no es filósofo?, ¿entonces no es su primer libro?, ¿entonces el medio literario no se mostró sorprendido? Son hechos, aseveraciones constatables, no juicios (y menos «ad hominem»). Si usted en ese párrafo ve juicios le recomiendo repasar sus clases de lógica.

    2. Sí, los años anteriores también han sido problemático, polémicos o lo que sea. Ahí lo digo con toda claridad. Nuestros queridos aquileos tienen vicios de todo tipo. No defiendo ni menciono a nadie de otros años.

    3. Sí. Publirreportaje. Otra recomendación: lea más crítica de medios impresos o digitales. Los análisis extensos son para otros foros. Vaya nivel el suyo.

    4. La primera oración escapa por completo a mi entendimiento. Sobre el corolario, sí, yo también; entonces, según usted, como alguien lee de una servilleta ¿esta portada debe ser elogiada?

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    1. Soren Vargas dijo:

      1— Jovencito, no importa que sea descuartizador y que nadie lo conozca, eso no entra en el análisis de una obra. Solo caben los criterios del jurado, que por cierto aquí no se mencionan. Ojo esta joya: « Cuando uno se pregunta por las razones que pudo haber tenido el jurado para otorgarle el premio solo puede SUPONER que se debe precisamente a esos lugares comunes…» ¡Wao! ¡Una argumentación basada en una suposición y exigiendo un debate de altura! ¡Me troncho!

      2 y 3— : …

      4: En ningún lado dice que debe ser elogiada. Es triste el mundo de nuestras portadas. He visto hasta copias descaradas del Padrino II.

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  9. Constantino dijo:

    Este Soren es todo un loquillo,,, Papito, primero vea que usted mismo escribe para poder «argumentar». Tristeza… no sos ningún chamaco en el munidillo literario de Tiquicia para que te pongás en estas hombre. Tenían razón todos los «chismes» acerca de vos. Que feo mateo.

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    1. Soren Vargas dijo:

      Constantino, bueno, cuando no se puede argumentar comienzan los ataques ad hominem, como los que encabezan este artículo. ¿No te parece? Ni soy colega de nadie, ni vivo del mundillo literario, ni comparto sus miserias ni leo prácticamente literatura costarricense. Eso me permite, a mi y a algunos amigos, a opinar sin temor a quedarle bien a nadie ni perder amiguetes. Te invito a ser libre hombre.

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      1. Constantino dijo:

        No, no, si se nota a leguas que sos de esos que viven en su burbuja y solo salen a pegar gritos cuando se les antoja, casi por desidia. Cuáles ataques?! No seas tan mi amorsh! Ataques? Si la mayoría de comentarios aquí están de más, incluyendo el mío por darte pelota.

        Cómo se atreve a estar supuestamente argumentado en contra de la reseña, si estás diciendo que ni siquiera lee literatura costarricense?! Al menos yo (al igual que muchos otros escritores y lectores costarricenses) podemos hablar con argumentos al criticar o al señalar las carencias de esta obra, y por lo tanto estamos en desacuerdo con el premio dado, ya que SI leemos las demás obras para tener un punto de comparación real. Tanto que criticaste a Jose Pablo por «SUPONER» la opinión de los jurados a la hora de otorgar los premios, y vos mismo qué? Hablando y hablando sin leer nada. Y te decís que sos editor?? JA JA…

        Si no te gustó la crítica que Jose Pablo hace a esta obra es válido, pero al menos tené la decencia de hablar cosas que vienen al caso, como el fondo de la obra, si es válido o no la comparación con las otras obras que entraban a concursar, pero claro, eso está difícil si ni siquiera lee literatura de aquí.. pffff….

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      2. Soren Vargas dijo:

        No señor. Usted está equivocado. Primero, términos tan in definidos como «burbuja« «chismes» «ataques» o «amorsh» no aportan puntualidad a ningún debate, pero dejemos esa discusión para otro día. Esta es una reseña pública y al criterio de muchos, mal lograda. Si vas a entregar algo al público (publicar) no debes esperar loas. Tampoco tratar de dirigir la opinión de los demás, manipulándola.

        A lo mejor me gustaría conocer argumentos sólidos sobre esta obra, ya que el columnista no los ofrece y usted presume de esa capacidad, que no pongo en duda. Pero, ¿para qué comentar un libro tan malo, si las reseñas se hacen para comentar obras con virtudes? Eso sólo puede ser parte de una retórica propagandística, los números no mienten. Por eso a lo mejor tampoco deseo profundizar en lo superficial. En ningún momento he entrado a debatir sobre la calidad de la obra, pero si alguien lo hace al menos que vaya más allá de suposiciones: Si esta obra tiene carencias, ¿qué argumentó el jurado? Creo que ese es el único debate de altura que se puede hacer. En otros medios he comentado veredictos, que son los que pautan las tendencias. Usted como escritor o lector debería saber estas cosas y distinguir esfuerzos estériles.

        Por otra parte usted no conoce mi honorabilidad profesional para ponerla en juicio, deje que mis clientes hablen. Sino, deje que el juez lo haga. Con gusto le doy mi número.

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  10. Leonardo Cruz dijo:

    Ser libre de estilos, tendencias, amigos y modas.
    Ser libre y sincero, con los demás y con uno mismo y lo que se ve en el entorno.
    Soren, acá no hay mucho.
    Unos vendrán con su nick de «Batman», otros con el de «Súper Ratón» o «Linterna Verde»; al final solo tendremos, como siempre, la histeria colectiva, la envidia (imaginá lo que es decir que envidiás este «argumento sólido» per se). ¿Cuántos ya pasaron por esa alfombra roja y lo seguirán haciendo?, ¿cuántos sufrirán del dedo acusador por haber sido premiados. Tal vez lo que incomoda es la caída, sí, la caída de este pseudo estilo novedoso que tiene que darse; ya sabemos que lo crudo y grotesco es arte, que la mierda en las paredes de un sanitario público también lo es; pero el ser humano, por su alma-espíritu-linaje siempre sabrá lo que es «belleza». Así, se vuelve necesario el retorno al trabajo riguroso, al sentido y a lo sublime… Al final del día a nadie le gusta construir su hogar entre bases de mierda (aún tenemos nuestros gustos, le pique a quien le pique). Tal parece que lo novedodo (que no lo es tanto) debió ir más allá de la pose. Tarea para mí: Debo retomar la lectura de algunos libros viejos. Saludos para «The others».

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    1. Soren Vargas dijo:

      Saludos Leonardo, a seguir leyendo y trabajando, que este año está muy bueno. Consejo a los que pululan entre los estercoleros del amiguismo mendigando vítores hipócritas: hay vida más allá de esos mundillos. La vida es breve y el arrepentimiento es largo. Me retiro de acá y de las notificaciones, voy por un cafecito.

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  11. Constantino dijo:

    Ilustrísimo don Soren Vargas, le pido disculpas por mi aterrador lengua tan vulgar y al mejor estilo pachuco – tico. Hasta donde he leído sus distinguidos comentarios, no he visto relevancia alguna para aportar al tema. Esto está como para que se borren la mayoría de comentarios… Si le gustaría conocer argumentos sólidos sobre la obra mi única recomendación es que LEA don Soren. Que para hablar paja no cuesta nada (ups… disculpe, Por hablar no cuesta nada* se me salió de nuevo el pachuquismo) y más si se trata de un medio que para usted es ajeno (conste que usted lo escribió) como la literatura costarricense. O usted es de esos Tiquillos promedio que leen el titular de cualquier medio informativo y ya están dando argumentos sin leer al menos las primeras líneas. O simplemente es uno de tantos que dicen «mantenerse al margen» de la literatura criolla para evitar el clientelismo, las argollas y los grupitos non gratos. Si ese es su concepto de libertad, de crítica constructiva y de una buena argumentación sobre una obra, un reseña, crítica o espacio informativo, pues que mal don Soren. Porque esta es la hora en que estoy esperando un buen argumento suyo que respalde toda la verborrea de esta tarde y que ya llenamos de spam el espacio de comentarios del blog. O simplemente mi nivel no está a la altura de su distinguido conocimiento y exquisito lenguaje.

    Me retiro, que tengo mucho que hacer.

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  12. germanhm dijo:

    ¿Por qué será que los doctores de la crítica se revuelcan en en el muladar de los blogs y las redes sociales y no se quedan calladitos en sus torres contemplando a los ignorantes que escribimos ahí ?

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  13. Leonardo, de nuevo tiene usted razón: aquí no hay mucho. Nada, agregaría.

    Pero vamos, solo por el puro espíritu deportivo que me invade, te pregunto, a vos y Soren: ¿han leído el libro?, ¿los versos citados les parecen buenos, malos, mediocres, profundos, elevados, torpes, incorrectos, vacíos, geniales?

    Digo, aquí hay un punto central: el juicio es que el libro es malo, debido a que se trata de poemas plagados de lugares comunes, como prueba se han ofrecido los versos. De ahí, uno esperaría la refutación, el acuerdo, el aporte, la sugerencia, pero supongo que así no se hace, obvio. Mejor resulta hablar de cualquier otra cosa y hacer creer que se debate.

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  14. Leonardo Cruz dijo:

    José Pablo, comprendo su pregunta pero el asunto va más allá de solo contemplar la obra del escritor mencionado y opinar sobre ella, porque el comentario no es estrictamente sobre la obra de él cuando la comparás con otros autores nacionales; aunque son estilos distintos y, a la larga, hay lugares comunes de un lado y del otro (incluso eso de «lugares comunes» ya parece majadería porque ¿me podés decir qué [=×>`¤[{~}} no se ha dicho en literatura?. Antes bien, siento una mala intención al «medir» la obra con la de otros postulantes al premio, pero fue decisión de quien subió el artículo. Hay algo que debo rescatar y es que vos estás en todo tu derecho de externar tus gustos y razones (no sé si es tu blog).
    Para mí pasó el asunto, y es un premio más del montón y que tal vez se dio injustamente… Otros sí lo merecieron plácidamente (según vos) y no hubo tanto berrinche, pero pueda ser que cierta parte del público tampoco estuviera de acuerdo con ellos. Me parece más una guerra de estilos o tendencias, como un pulso entre el rock ochentero y el regaetón. Pero bue.. es también el derecho que tiene el lector de acompañar el pinto con lo que guste (y el lector fue también, parte del jurado). Veo gente tratando mal al jurado, al escritor,y hasta su propia vida por no haber ganado… y uno se pregunta ¿por esto es que escriben?, ¿reconocimiento social o dinero?, ¿si no ganan no se sienten nadie? Me gustaría inventarles un premio a todos para que se dejen de cosas: piques, envidias y rencores ¿Cuánto ganaría la literatura si existiera eso del bien común?. Por otra parte, ya te dije que entre lugar común «A» y lugar común «B», parece que el gusto se inclinó por el «B», no sé qué querés que te responda si yo no fui parte del jurado; podrías, mejor, indagar con los que sí lo fueron. Ahí Soren dijo algo muy cierto: «sería bueno indagar cuál fue el veredicto y las razones del jurado». Con respecto a lo que es obvio en esta conversación… lo obvio es que no opinamos de la misma manera, pero veo que me tratás con respeto y debés saber que, de esa misma manera, te comparto mi punto de vista. Saludos.

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    1. Leonardo, pues con este comentario mostrás que sí es posible dialogar a partir de un punto de vista. Esa es la intención y de hecho lo planteo en la primera entrada del blog. Hay libros, la gente habla de ellos, otros responden. Pero parece ser la actitud de algunas personas, Paul y Soren primero y en parte luego vos, el desacreditar de una vez, sin saber que críticas de este tipo son usuales en medios de comunicación. No son tratados y deben ser breves y ojalá ágiles. Que si el autor es anónimo, desconocido o firma con pseudónimo es perfectamente válido. Que uno puede ser categórico porque si no no tiene gracia, y que los demás pueden opinar diferente. Pero ese es el asunto, dialogar con lo dicho, en lugar de mostrar enojo y prepotencia. Al leer sus comentarios, además, me ha dado la impresión de que ustedes hablaban de otra cosa, que no necesariamente tenía que ver con este libro reseñado. Pero bueno, la idea es debatir.

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  15. Leonardo Cruz dijo:

    No, hombre, lo que pasa es que siempre hay mucha tela por donde volar tijera.
    También debés reconocer que hay muchas formas para abordar una temática, tal vez no sea prudente hablar de un escritor echándolo a «pelear» con otros contemporáneos. Digamoslo así: ¿hablás del poemario de él o de por qué los demás escritotes son superiores a él?, vaya, eso para cualquier escritor es fuerte.
    Pero es tu forma y tu decisión (la respeto, mas no la comparto).
    Dato curioso: vos invitaste a salir del tema, pues no solo hablaste de su poemario; tal vez de ahí parte el debate externo. Pienso, sinceramente, que algunos poemas que he leído del ganador no me llenaron, pero no los he leído todos; por tanto temo haber leído solo a los niños feos. Sin embargo una comparación entre estilos y/o voces distintas es complicada y, tal vez, me des la razón ahí. Habría que leer el fallo. Saludos.

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    1. Esa es la idea, que a partir de las observaciones de alguien los demás puedan colaborar.

      Sí, sumado al elemento central que expuse antes, agregué el asunto siguiente: el libro ganó el premio y considero que hay otros mejores. No entro a explicar lo que pienso de cada uno. Tampoco afirmo o niego que para mí sean «magníficos», solo «mejores opciones» que la escogida.

      En cuanto a si es fuerte la manera de expresarme o lo que digo sobre una obra pues creo que así es como debe ser, aunque aquí se ha hablado de «pendejadas». Todos somos susceptibles de sentirnos mal, no hay duda, pero con eso también se trabaja.

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  16. Hay gente aquí que escribe taaaan bien, que no entiendo por qué no han escrito nada bueno. Yo que de esto no sé nada, me declaro en total ignorancia. De todos los nombres que veo participando en este «debate», ni uno solo es conocido… ¿Será que todos usaron nombres falsos o que ninguno tiene injerencia alguna en el medio?

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  17. «Ser conocido» (postura comercial y que no necesariamente se persigue con el acto de la escritura).
    «No haber escrito nada bueno» (asunto subjetivo que poco tiene que ver con premios nacionales -curioso que sea lo mismo que se dice acá- y que depende de gustos, referentes sociales o visiones individuales y/o colectivas pues… ¿qué es lo bueno y qué es lo malo?).
    «Yo que de esto no sé, me declaro en total ignorancia» (te tomo la palabra, pues ante todo soy caballero).
    «De todos los nombres que veo participando en este “debate» (…)» (nunca vi tal debate)
    «No tener injerencia en el medio» (tener injerencia en el medio, según vos, excluye a aquellos que, escribiendo desde sus hogares, le rehúyen al bullicio o no comparten mesa contigo en un bar a las 6:00 p.m. o que, posiblemente, no publican con tu editorial. Tal vez tenés una idea equivocada de lo que es «el medio»).

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